Fin del aporte estatal a la Iglesia
A partir del 31 de diciembre, la Iglesia Católica deja de recibir la asignación económica mensual del Estado, un fin que marca el cierre progresivo acordado en 2018 durante el gobierno de Mauricio Macri
La iglesia dejará de recibir el aporte estatal
El último día de diciembre marcó el fin de una era para la Iglesia Católica en Argentina, ya que concluyó el aporte económico del Estado destinado mensualmente a los obispos. Este cese de pagos, que ascendía a $55,000 para aproximadamente cien arzobispos y obispos en todo el país, se implementó gradualmente desde 2018, en línea con la decisión de la asamblea plenaria de los obispos y en colaboración con el gobierno de Mauricio Macri.
Una Decisión Histórica
Históricamente establecido por el artículo 2 de la Constitución nacional, que establece que «el gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano», este aporte financiero marcó el cierre de una relación financiera directa entre la Iglesia y el Estado argentino.
La fecha para poner fin definitivo a estas asignaciones fue acordada con el gobierno de Alberto Fernández, en colaboración con la Secretaría de Culto de la Nación. La resolución emitida por la Secretaría de Culto el 26 de abril de 2023 permitió a los arzobispos y obispos que hubieran cesado en sus cargos por razones de edad o invalidez solicitar de manera particular el beneficio de la asignación, con ciertos requisitos, como la anuencia de la Nunciatura Apostólica.
El Episcopado señala que el próximo paso incluirá la prescindencia de una contribución destinada a los seminaristas diocesanos y el reemplazo de la asignación enviada a los párrocos de frontera, en apoyo a la obra solidaria.
