Malas influencias, la docuserie que destronó a Adolescencia

Malas influencias , una docuserie de solo tres episodios basada en una historia real, se convirtió en lo más visto de Netflix y desplazó a Adolescencia del primer puesto global tras cuatro semanas de dominio.

Después de liderar los rankings mundiales por casi un mes, la miniserie británica Adolescencia fue desplazada del primer lugar en Netflix por una nueva producción que no tardó en generar impacto: Malas influencias . Estrenada el 9 de abril, esta docuserie de solo tres episodios alcanzó el número uno en más de 30 países en su primer día y se transformó rápidamente en un fenómeno global.
Basada en hechos reales, la serie narra la historia de Tiffany Smith, madre de la influencer Piper Rockelle, y cómo su deseo de convertir a su hija en una estrella de YouTube se convirtió en una espiral de manipulación, presiones y abuso emocional que terminó siendo investigada por el FBI.
Malas influencias exponen con crudeza la delgada línea entre la crianza, la exposición digital y la explotación infantil. Con una estética de thriller documental, la serie muestra el lado oscuro de la fama precoz y reabre un debate urgente: ¿hasta qué punto los menores deben ser protagonistas del contenido digital?
La historia de Piper y su madre ha generado un intenso debate en redes sociales, donde hashtags como #MalasInfluenciasNetflix o #PiperRockelleDocu acumulan millones de interacciones. Muchos usuarios se preguntan si las acciones de Tiffany fueron impulsadas por amor, ambición o ambas.
La repercusión va más allá de las visualizaciones. La serie pone sobre la mesa una discusión que involucra a padres, plataformas, audiencias y marcos legales: ¿quién protege a los niños en el mundo del espectáculo digital?