Científicos argentinos desarrollan videojuegos para prevenir grooming y bullying en la infancia


En un contexto donde las tecnologías digitales forman parte de la vida cotidiana de chicos y adolescentes, un grupo de investigadores argentinos impulsa un desarrollo innovador: videojuegos y simulaciones virtuales para prevenir el grooming y el bullying.
Un enfoque educativo y lúdico
La iniciativa forma parte de proyectos del CONICET, la Universidad Austral (UA) y la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), y se inscribe dentro de los llamados “Serious Games”, que combinan entretenimiento con formación.
El psicólogo Santiago Resett (CONICET, UA, UADE y UCA), especialista en bullying y grooming, encabeza el desarrollo de un videojuego detectivesco orientado a chicos de entre 9 y 11 años. La propuesta busca enseñar a identificar riesgos en internet, evitar compartir información personal y usar contraseñas seguras.
Simulación contra el bullying
En paralelo, otro equipo liderado por Juan Gill, director del Departamento de Diseño, Interacción, Innovación y Tecnología de la UADE, trabaja en una simulación virtual que coloca al jugador en el rol de espectador de una situación de bullying escolar.
A través de decisiones interactivas, se busca promover la empatía, el coraje civil y la importancia de pedir ayuda adulta frente a casos de violencia.
Un trabajo colectivo
Los equipos de investigación incluyen también a Lino Sapetti, Pablo González Caino, Juan López, Yamila Dib, Facundo Colantonio, Diego Calp y Gonzalo Ulrich, especialistas en psicología, programación, diseño interactivo y modelado 3D.
Una herramienta para familias y escuelas
Ambos desarrollos estarán disponibles de manera gratuita, pensados para su uso en instituciones educativas y en el ámbito familiar.
Los investigadores remarcan la necesidad de un aprendizaje guiado, donde docentes y padres acompañen a los chicos en el uso de estas tecnologías.
Además, advierten sobre la importancia de poner límites al acceso temprano a dispositivos con internet y remarcan que, junto al cuidado afectivo, los hijos necesitan reglas claras para navegar seguros en la era digital.